martes, 19 de diciembre de 2023

Sistema No

 No hay manera de no pertenecer al sistema, de no estar absorbido por él. Graduarse, estudiar, hacer una carrera, ver la televisión o escuchar la radio, seguir una banda o un equipo de fútbol, creer en algo y hasta no creer en nada. Obtener un título y utilizarlo es una ignominia para quien desea aislarse del estado, de sus normas y de sus reglas. ¿Pida un trabajo en una empresa? Lo primero que le piden son sus créditos, no sus conocimientos. ¿Sabe manejar? Haber el pase. ¿Sabe electricidad? a ver el título. ¿Es maestro? Dónde está su cartón. Aquí para lo único que no se pide un título es para ser papá que si lo debería necesitar. Usted llega a su casa, escúcheme bien "su" casa, aunque no sea suya y pague arriendo y le llueven treinta y seis obligaciones adjuntas al "vivir" en "su" casa. Piensa que por vestirse sin esmero y con ropa de segunda mano o desprolija o que usted ha pintado o modificado ya se salió del sistema. Nunca, darle tanta importancia a la ropa y a los zapatos es equivalente al que sólo puede usar Dior o Ermenegildo Zegna, un titulado en el sistema. Se burla de los que compran Iphone y Carolina Herrera pero usted no deja de tener su mecha de celular y su loción a base de patchouli. Canta contra el sistema pero lo usa como manera de promocionar el mecanismo antisistema y no deja de promocionarse en cuanta plataforma, red social y medio digital encuentra, hasta realiza videos de edición casera y lo envía a sus amigos y familia. Tiene familia aunque siempre ha despotricado de ella, pero al final encontró una buena pareja con la que sentar cabeza, tuvo dos o tres hijos y no los envía al colegio sino que les enseña en casa para escapar del sistema establecido. No. Al tener familia y al utilizar los términos "mi familia", "mis hijos", "mi esposa", "mi señora" se inscribe en el bello cuento de la cenicienta y en el de Blancanieves y sus siete enanitos. Deplora la educación pero hace las veces de maestro en cada ocasión que le toca y aunque no le toque para demostrar como la educación es coartante y castradora. Deplora el rasero de la moda pero lleva un impecable corte, uñas tratadas y zapatos lustrados y aunque lleve el pelo y la barba larga, los lleva tan prolijos como le es posible. Escucha su propia música que no se ha vendido a nadie pero tiene el reproductor, el bafle amplificado y el mp3 al orden del día. No sigue ninguna religión, ni es ateo porque cree en su propia versión de un ser supremo creador de todo lo existente o rechaza toda forma de control divino pero respeta sobremanera las creencias de los demás o no las respeta y despotrica contra toda forma de religiosidad, rito y creencia pero no deja de querer enrollar a los demás en su culto propio a la nada misma. Celebra cumpleaños y canta el happy birthday en inglés o no los celebra pero felicita al del onomástico con pasión por sus vueltas cumplidas a la estrella madre. Pregunta por la edad o por el signo del horóscopo. Se interesa por lo que ocurre en su comunidad y hasta pertenece a la junta de acción del barrio o no pertenece pero paga sus cuotas de afiliación y se queja de los vecinos ruidosos o desconsiderados con las días de sacar la basura. Espera el carro de la basura y separa sus desechos en bolsas especiales por tipo de facilidad de reciclaje. Escapa del sistema porque no celebra navidad ni año nuevo pero esos días trata de hacer algo especial con los suyos aunque no se hable de adornos y de luces, de buñuelos y natilla o de asados y francachelas. El día de la madre o del padre da cátedra sobre lo comerciales que son esos días pero no deja de ir a visitar a su madre que es única. Tiene madre y padre y hermanos y cree que esa relación es para toda la vida. Incluso no los tiene pero los evoca cada día y aún los visita en el cementerio o en la cripta de huesos o de cenizas y hasta habla con ellos como si estuvieran vivos. Presenta sus respetos y condolencias en los entierros de familiares y amigos y hasta se entristece y deplora lo joven que murió y alaba lo bueno que era en vida. No se enrola con ningún equipo pero está atento de partidos, mundiales, copas y series o no lo está pero se informa para huir esas fechas de todos. Piensa como todo un galán que el sistema no lo es todo y que por eso se permite una familia, un equipo, una banda, ser fan de algunas otras y tener una idea de dios y jura que no se oponen ni se afectan con su desprecio por el sistema. Es decir, odia al sistema pero se forma uno en el que quiere enrolar a todos los que le rodean. No es posible escapar del sistema porque vivimos en él, ni aún yéndonos al paraje más remoto o viviendo por siempre en el punto nemo. No es posible huir del sistema porque hacemos parte de ese engranaje ¿Sustituibles? Sí. ¿Imprescindibles? No. Hasta autoeliminándonos o desapareciendo no estamos más que alimentando el sistema.

PS: Me trago sesenta verdades: paga el preexequial, la cuota del club de fulanita, compra  boletas de la rifa de algo que anhela o dice que es por ayudar, a veces juega el baloto porque el acumulado es deseable y compra la lotería porque se siente lleno de suerte o vio señales impactantes, consigue novia o amante con esos mismos adjetivos, barre y trapea su casa, se levanta con el ánimo por los cielos y casi cree que puede comerse el mundo, tiene televisor, radio o se informa por noticieros independientes, compró su vehículo a cuotas y aún le debe al banco hasta el preaviso. Tiene "vecinos" y los comprende, tiene redes sociales y discute exacerbadamente en ellas como si los que en ellas estuvieran fueran reales, Sigue un tipo de música cuya crítica es antagónica de lo que hace, tiene número de celular aunque no sea inteligente e igual llama dizque por necesidad...

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