domingo, 5 de mayo de 2019

El placer de mentir

Como debería empezar no es el problema, sino hacia donde me dirijo o que quiero llegar a establecer y me gustaría poder pensar en términos de sugestión o por lo menos explicarme la razón por la que homo y que me disculpe Harari, desarrolló esa capacidad innata de imaginación y esa  degradante manía de creer. Sabemos que es creyente pues cree y compone: no existe una cultura que no haya creado su manera de explicarse el entorno y el nacimiento de los animales y humanos y todas esas teorías en general recurren a la divinidad. No es difícil, usando el método científico, demostrar la inutilidad, la inexistencia o por lo menos su falta de pruebas y hasta la desfachatez del parecido entre ellas para demostrar, sino falta de originalidad, la continua copia entre una y otra. Ahora, el método científico nos ha ayudado a resolver dudas y nos ha permitido el avance y la comprobación de quien sabe cuantos miles de conocimientos, pero sólo plantearé tres para no anonadar: el espectro electromagnético, la astronomía y la química de las cuales depende hoy el microchip, los avances en computación, la comprensión ─vaga pero comprensión a fin de cuentas─ de los procesos de transformación y de un sinfín de productos químicos e industria como de nuestra comprensión del universo y sus tamaños, la electrónica y sus derivados, la metalurgia y... Esto no quiere decir que la religión y la imaginación, que van de la mano, no hayan tenido gran impacto en los avances del hombre y que sólo sea el método científico el padre de todos los avances, aunque hoy, lo que no sufra tal proceso, debe  tomarse como broma entre los mismos hombres de ciencia. A más de tiempo libre, homo tenía esa capacidad de "soñar" y desear y de analizar. Debió llevarle millones de años comprender la relación entre la chispa y el fuego o entre la fricción y el fuego y es probable que los primeros desesperados intentos por conseguir el fuego frotando dos maderos sólo arrancara una risotada de labios de sus contemporáneos. Usando el mismo ejemplo sabemos que el fuego no lo regalaron los dioses y que Prometeo nada tuvo que ver, sino que fue un proceso de descubrimiento, análisis y pruebas, de ensayo y error ─método científico─ y finalmente de demostración, avance técnico con el eslabón, el fósforo, la mechera e incluso de erudición, pues hoy conocemos del triángulo de fuego y para producirlo conocemos un mil métodos. Soñar y desear daba frutos, pero no siempre los deseos daban un fruto decente por no decir que la mayoría de las veces no daba ningún fruto, pero empezó a valorarse la imaginación y esa imaginación en la que nos entrenamos por decenas de miles de años es el resultado hoy, de que prefiramos la explicación más pueril a la más sabia demostración . Esto no me satisface más que un poco y aun requiero desenredar la razón por la que homo es una sarta de mentiras sin base ni ciencia y adora y cree por inercia ¿nace el ser humano creyente? ¿o se hace? La respuesta es lógica, si naciera creyente, aparecerían muchos casos de judíos entre musulmanes y de católicos entre islámicos y viceversa, pero lo que vemos es que quien nace en una cultura aprende dicha cultura: el hombre no nace creyente, nace sin conocimientos y llena ese vacío con lo que le ponen a la mano sus culturas. ¿Qué sabe un ente cultural? la cultura a la que está expuesta. Una sociedad supersticiosa creara entes supersticiosos y una sociedad científica debería crear entes científicos. Puede verse la importancia de los niños y la importancia de la educación en el sentido deseado, pero si llenamos a nuestros niños con basura ¿Qué podemos pedirles? ¿Qué es lo bueno y qué es lo malo? No es tema de hoy. Sigo con déficit porque es que existe una parte oscura de homo que me resulta inexplicable y es la parte que es capaz de creer en absurdos aunque sean muy elaborados y aunque no sea un niño: creer que la señal de una cruz te protegerá o que repetir un rito como el del pan y el vino tiene alguna ingerencia sobre tu destino o pensar que existe un paraíso "eterno". Tiene que haber algo malo en homo, pero no logro inferir si ese "malo" pueda ser bueno en algún sentido y definitivamente, esa es una de las cosas que más me aleja de él: Su maldito sistema de creencias. Dejo acá, pero no quedo contento con mis disertaciones, tal vez un día pueda explicar esa rara manía, por el momento me queda un amargo sabor de boca.

PS: Ya se me acosa de extremista pero no hay una prueba contundente de alma, cielo o infierno, amor, milagro o aparición cuya exposición no sea más que, vista con seriedad, mirada como curiosidad científica. Aceptar que tal es cierta y su escasa tasa probabilística es probatoria, es como aceptar que David Coperfield voló realmente sobre el cañón del colorado o desapareció un avión y la estatua de la libertad y todo queda en un truco extremadamente bien elaborado.

PS 2: Aparece otro problema al luchar contra la cultura y al determinar que es lo bueno y que es lo malo: todos sabemos que comer es bueno, pero el esfuerzo por el alimento no lo es y preferimos no hacer un esfuerzo por él, si alguien halla una forma de que un dios supla tal eventualidad: "dannos hoy nuestro pan de cada día" y ponemos de manifiesto que con el solo decirlo ya tenemos garantizado el pan, o la oportunidad de conseguirlo. ¿Quién no repetiría la frase?

PS 3: Realmente lo bueno para la humanidad es tener masas de creyentes y de obreros rasos, no es útil que todos manejen la tecnología y la matemática y que todos sepan leer y escribir y hallen amenas tales cuestiones. La verdad no le cuadra a la humanidad. No es posible un mundo donde el status sea igual, se requiere mucha masa para que un rey levante su reino. Concluyo, se requiere mucha ignorancia y promoverla no es difícil porque homo viene con ese chip de creencia preinsertado, lo que es bueno para quien quiera construir su reino.

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