miércoles, 1 de mayo de 2019

Los nombres traducidos

¿Es necesario traducir el nombre cuando se llega a otro país donde se habla otro idioma? No y es definitivo, uno se llama Trash en Colombia y no por eso lo van a traducir "basura" en gringolandia y se llama Jaime en español y quien lo vaya a pronunciar, si quiere acercarse al nombre real, debe pronunciarlo lo más cercano posible al sonido en Colombia, aunque al anglosajón le quede muy difícil leer esa jota y diga "Yeimi"y el galo se apoye en la pronunciación del J'aime. Para ser sinceros si a mí me dicen: me llamo Grr, pues debo decirle a esa persona Grr y sanseacabó. En alemán se llama Grr y en cantonés se llama Grr y en finés se llama Grr. Los nombres no necesitan ser traducidos porque son nombres propios y lo propio es como es. A un gringo le va a parecer muy raro que una chica se llame Dayana y no se escriba Diana o que un Bryan se escriba Vrallan ─en el mejor de los casos─ pero no debe preocuparle en absoluto ni la pronunciación, ni el nombre. Ahora bien, a un japonés le da muy duro ciertas palabras, yo allá soy Haime Ropezu y es probable que haya muchas otras culturas que sean, por no poseer los fonemas, incapaces de hacer tal pronunciación, pero de cualquier manera se aproximarán sin necesidad de traducción. La cosa no se pone de manifiesto hasta que a alguien con natividad yankee le dicen que hay una chica que se llama Lady Yuliana o Leidy Juliana. Es probable que capte de inmediato o se pregunte si a todas las damas en este país las tratan de ladies o si alguien se llama Bray Gonzálo ─se leería como Brave─ y acuda a la traducción del valiente Gonzálo. El problema con todos los nombres propios es que hay unos que requieren traducción: ICA, UN, IDEMA si usted no lo traduce, puede el otro morir loco sin entender que IDEMA es Agropecuary Merchandising institute. Es verdad que mi nombre se puede decir en muchos idiomas y de allí surge la idea de la traducción: James, Jacobo, Ya'agob o Jacme, Jaume, Jacques o Giacomo e incluso los hipocorísticos Jimm, Jay y el diminutivo Jimmy, provienen de tratar de dar familiaridad y con ello nos atrevemos a decir que algunos nombres tienen traducción y esas traducciones no quitan que mi nombre siga siendo Jaime, pero no es necesario hacer la traducción si no hace falta aclarar de donde viene tal nombre. ¿Como no tratar de traducir Heinz por Enrico en mi país cuando la primera palabra me sabe a extranjero y suena horrible en mi español? Por otro lado están los apellidos. Tampoco se deben traducir, pero es que Shoemaker es lo mismo que zapatero de oficio y remendón y el gran campeón de formula 1 es Misael Zapatero y José Luis escribano es Chepe Notary o Gissepe Scribe. La misma forma como se crearon los nombres con gentilicios y profesiones da pie para pensar en traducciones: el Herrera colombiano es el Forgeron francés y el Blacksmith anglosajón, pero por fuera de ello, ni nombre ni apellido requiere traducción. ¿Y los países y las montañas?  tampoco requieren traducción, pero vaya a ver si encuentra a Marruecos o Morrocco en el mapa; Pekín o Beijin; El Colombian cofee y los African corps... Traducir o no traducir he ahí la cuestión. Ahora, ¿Debo traducir el nombre de mi país? NO y NO y NO. Pero suena muy raro: I am colombiano and i feel proud to born in my earth... Si, es tonto, en el idioma que se diga. My name is Paracleto López,  live in Tangamandapio, in my earth we eat mondongo and tamal. Con la comida pasa igual, en Vietnam y en Filipinas que comen Balut ─un embrión de pato cocido─ y si no me traducen a mí, tal comida, yo balut no como o vomito apenas vea el pato adentro del huevo. Queda el problema de la traducción y parece que en el idioma que se habla hay que hablar y el consenso es que todo se dice traducido... ¿Terrible no?
Yo no quería manifestarme en tales condenados eventos, pero imaginen la traducción de la biblia sin el encomio de latinizar y traducir lo más posible: "Y el discípulo Paul, le dijo a Peter que le dijera a James the Greater que Matthew se la hizo a Phillip por culpa de Yeshua". Ahora déjenme hacer una composición en el sistema hebreo griego: "Cefás se la montó a Yochanan porque Phillippos se juntó con Bar Tólmay para pegarle una aporriada a  Yehudá por vender a Jehová y Shim'on no encuentra a Ya'agov porque seguro se fueron a tomar unas polas con las monedas de plata que le dieron a Yehudá por el Yeshua". Acá observamos un ejemplo de lo necesario de la traducción, de lo importante que parezca que toda esa gente hablaba un correcto español y es que así, nos son más queridos y afines y que, literalmente, parezcan de los nuestros. Los locos que han traducido lo han hecho para latinizar y por entendimiento y como cada nombre significa algo por derecha, su traducción se hace fácil, no necesaria. A mi hija la puse Yo Ko, pequeño rayo de luz en japonés, pero Yo Kito no quiere decir pequeño rayito de lucecita, ni ella se llama Pequeño Rayo de Luz, eso es lo que traduce su nombre y no dejará de ser Yo Ko en cualesquier idioma o dialecto que pueda pronunciarlo y si en una lengua muerta Pequeño rayo de luz se dice Ma Ia, mi hija se sigue llamando allá Yo Ko.

PS: La validez de una traducción, pues, además de nacionalizar y repatriar los conocimientos y las posibles intrigas, se debe al idioma mismo: Si un escandinavo dice llamarse Door, no dudo que alguien lo traduzca por instinto y si alguien oye The Doors, traducirá por vicio: las puertas, pero en casos de difícil pronunciación es más fácil decir Enrico que Heinz y Zapatero que Shoemaker, lo que no da permiso poético para traducir y la verdad yo prefiero decir Isaac y no "Aisac", Alberto y no Albert, pero no existe otra justificación.

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