Yo trato de apegarme a la ciencia para responder, pero me hacen la pregunta más religiosa del mundo y me toca responderla por el mismo medio. La religión más poderosa no es la cristiana, así que no hinchen demasiado el pecho y cuando digo poderosa, me refiero a capacidad. Si es, desde hace mucho, la que tiene más seguidores, fieles y adeptos que en este caso son simple y llanamente: fanáticos y que tales fanáticos componen cientos de sectas, pero abarca cuatro corrientes que derivan sus creencias en un mejor o peor sentido de interpretación de las lecturas consideradas sagradas por ellos y así aparecen el catolicismo, el protestantismo y la iglesia ortodoxa, que juntas superan al hinduísmo en adeptos y aún la podemos hacer más grande si le sumamos el judaísmo de donde procede y donde afirmaba pertenecer el supuesto Jesús de Nazareth histórico. Acá no quería hablar de religiones, si no de la subida al poder del cristianismo y que lo hace de forma espectacular y cruenta; de todos es sabido que el poder romano adoraba dioses sincréticos tomados de las culturas que esclavizaba y que por ello no es raro que podamos hallar una gran similitud en las mitologías egipcias y las greco romanas o las de britania e hispania. Muchos de los dioses eran asimilados y suplantados o emulados y, sea cierto o no, que se juzgó a un reo con bastantes antecedentes de haber atacado al poder mismo de Roma y se le haya condenado a arbor infelix con el castigo y la muerte por desangramiento o por sed... la cosa queda en que un tipo que andaba de manicomio y creyéndose enviado de un dios judío termina muerto en la cruz, después de haber convencido a quien sabe cuantas personas de seguirlo por ser él, el único camino hacía ese dios del que era hijo. La pena y el sufrimiento llamaron no sé cuantos más seguidores y la gente profesaba la fe cristiana y una de las más impresionantes pregonaciones existentes, pues, por debajo de la mesa, cada cristiano convencía a otros de que abandonaran una fe y profesaran otra y es norma en el cristianismo atraer creyentes para ser salvo, pero aún así, el único camino que tenía el cristianismo era enfrentarse a los leones y subsistir bajo esa mesa; de seguro sería una secta casi desapercibida del judaísmo si no hubiera ocurrido un suceso interesante en Bizancio ─nada raro es que allá se daban las discusiones bizantinas─ gracias al emperador Constantino. Creo yo, que viendo Constantino la creciente aceptación de la religión cristiana ─aún no era más que una secta─ decidió asegurarse la lealtad de sus miembros, jurando haber visto la señal del ungido y la frase, de combate hoy, in hoc signo vinces y luego se inventó el sueño de la explicación y se declaró adepto al cristianismo y con ese espaldarazo no pasaría mucho tiempo para que todo Roma se declarara católica y pum, la secta saltó a la fama y se difundieron los evangelios y cada nueva conquista de Roma era una conquista para la religión cristiana. 1000 años después los conquistadores llevan a américa un dios ya exaltado y, permítaseme esta redundancia, endiosado, dueño de todo, omnipotente y omnisabihondo, con la única verdad posible y con el poder de destruir a todos los demás dioses del panteón o de reemplazarlos en su defecto. Así todos los nacidos en el nuevo continente adquirieron la religión de los conquistadores y América se cristianizó, a fuerza de hierro y fuego, pero se cristianizó a fin de cuentas. Pequeñas disputas por interpretación dieron luz al protestantismo que evita la "relajación" de la interpretación de las escrituras o los "testigos de Jeohvá" o los "anabaptistas", menonitas y los "santos de los últimos días". La verdad es que el derecho a adoptar una religión, según las cartas magnas, ha permitido la proliferación de tantas interpretaciones y disminuiría considerablemente el número de adeptos si fueran tomadas aparte. Así es que un cristiano se llama "salvo" o "fuerte" por su religión y así fue que, de manos de un augusto emperador capaz de manipular masas, llegó a la cima del mundo. Es de vital importancia centrar que los protestantes no aceptan al papa o a sus decretos e igual pasa con muchas de las sectas que mencioné y que las otras dos "grandes religiones son e islamismo de Alá y Mahoma y el judaísmo que es lo mismo que el catolicismo, salvo que ellos no aceptan que Jesús era enviado de nadie y aún esperan un mesías. La religión más fuerte, es pues, la que te cobija, pero sólo porque es la única que se imparte en la escuela, se enseña en casa y se pregona en el púlpito y porque quienes detentan el poder y las telecomunicaciones, aún pregonando libre albedrío y elección de culto, muestran preferencias y bondades a quienes profesan y alaban la religión del pueblo que respeta la tradición inventada por los conquistadores.
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