domingo, 29 de diciembre de 2019

Planes postpago

Desde siempre tengo claro que jamás en mi vida le he pagado a una empresa, de ningún tipo. Yo no figuro en los planes universales de nada y desde esa perspectiva podría decir que no he acumulado rabia contra ninguna de ellas y que por tanto, cualesquier cosa que diga no tendrá la pasión que caracterizan mis salidas múltiples en estas páginas. Sí, "el odio es una consagración" pero el odio, en mi caso, necesita razones y yo odio. Soy misófilo y filófobo que, si se fijan, no son excluyentes y aunque tengo fe en la ciencia, le tengo más aprecio a andar como el salmón, en el sentido contrario de la corriente ─lástima que todo el cardumen vaya en el mismo sentido, pero el ejemplo es válido─ o como ciertos advocatus diaboli que defienden causas en las que no creen ─mal ejemplo, yo lo que defiendo son causas perdidas, casos que la mayoría ni se atreve a tocar y posturas cuyo fundamento a veces deja que desear, pero casos en los que sí creo─ o que simplemente están del lado contrario. ¿Cómo me salvo de pagar? Bueno, agua y electricidad nunca han estado a mi nombre, por lo mismo impuestos, arriendos, parqueaderos, son representados en mis deberes sólo como un rubro que debo entregar a un segundo que realiza todos los pagos a un tercero y no me concierta nada ¿puede robarme? Sí, pero me libra de muchos sinsabores. Las dos o tres cosas que yo tengo como propiedades o vehículos, ninguno está a mi nombre y al comprar algo nunca digo el número de mi cédula, uso el de compradores no ficticios y tengo memorizadas unas cuantas cédulas de amigos y familiares que no tienen problemas con la justicia y con regalar sus datos. Camilo se encarga de los cobros y las finanzas en el grupo y yo, de nuevo, me libro, o siento que estoy un poco apartado de esas "obligaciones" tan mundanas. Nunca he tenido que pagar televisión por cable, enganche a la red o minutos postpago. Sí, he comprado minutos para algún celular, que más que comprar, los mando a comprar con un segundo a un tercero, pero nunca de datos, redes y minutos. Dentro de la defensa personal, un teléfono con minutos es una ventaja y creo en ella, pero ya expresé lo que me agobia pegarme del teléfono a preguntar o decir cosas sin importancia. Yo llamo y digo mi razón y ahí mismo me empieza a estorbar ese aparatejo, con decir que a veces cargo 10.000 pesos y a los dos meses recibo el mensaje: "tu saldo de 8749 pesos se congelará mañana pero no te preocupes, recupéralo con una recarga". Yo no encuentro qué hablar, ni a quién hablar y como he dicho me conecto a redes en puntos de WIFI de amigos o del colegio o de un edificio. Odio las zonas de WIFI diseñadas por los gobiernos y nunca me han hecho falta. Sólo contesto a números conocidos y en escasas circunstancias. Es una buena razón para que mis hijos, nietos y familiares nunca me avisen de nada o haya casi perdido el contacto con ellos, aunque los únicos acontecimientos que espero me avisen es la muerte contínua de personas allegadas: Hace como un mes mi última tía expiró, me enteré al pasar por donde mis padres; un hermano moribundo en el hospital y otro muy mal, me enteré por otras vías, pero nada puedo hacer por ellos, sabedor del hilo de la vida y ese es mi otro jamás. Jamás voy a visitar muertos o a hacerles ofrendas o a velarlos o a presentarles respetos y ya he tenido muchos problemas por esa convicción de que los muertos ya tienen bastantes hipócritas y lloronas y que mis verdades no se necesitan a esa hora tétrica de enterrar un deudo y seguro de lo inoficioso y tonto del rezo y el pésame, como el de estar allí como buitre para ver que se rapiña. Explicado todo esto, perdónenme que el tema de hoy sean los planes postpago al que toda compañía quiere que te amarres sin ambages: "compra hoy y empieza a pagar en enero" "recibe tres meses gratis de tus canales favoritos" "únete al triple play" "sólo con tú cédula y tú tarjeta de crédito" y toda la otra parafernalia: "maneja tu tiempo" "sé libre de hacer tus memes y enviarlos" "deja de contar gigas" "mira tus series sin miedo de volverte zombie" "deslimítate" "minutos que incluyen redes que no gastan tu tiempo" "redes ilimitadas" "aplicaciones que no consumen datos" "minutos y mensajes ilimitados" y "you made me a, you made me a believer, believer"... al tiempo que te hacen comprender que sin redes no eres tú, que estás incompleto sin ellas y te incentivan el miedo a estar desconectado y que "si no estas conectado pierdes un pulmón..." Soberanas majaderías son las que cree hoy el ciudadano promedio y el joven promedio: un smartphone y redes ilimitadas son más que suficientes para todo y en eso gastan cada peso de sus algos y mesadas... yo no tengo problemas con eso, me molesta sí, pero mi casa es libre de redes, televisión y reggaeton. El que venga a mí que suelte el celular y se olvide de la programación. Cómo he dicho cásense con quien quieran y tengan los planes que quieran no es mi problema, pero, ¿quien de ustedes no ha tenido un disgusto al quererse salir de uno de esos planes? Yo nunca, pero ahí tengo a Camilo y al Hechicero Lunar que me han contado lo deprimente que es salirse de un plan. No se puede por teléfono, aunque digan que sí. Si lo hace por teléfono le ponen primero tres minutos de comerciales anunciando sus ofertas y prebendas y después lo ponen a digitar cédula, edad, nombre, fecha de expedición, número IMEI, número de contrato y le advierten que "por seguridad esta llamada puede ser monitorizada" y la cosa se vuelve otro corre que me quedé sin minutos y el desasesor termina diciendo que es imposible, que no hay nada que hacer, que lo haga en línea... Si logra desafiliarse por teléfono, le siguen cobrando porque "no aparece su cancelación en el sistema" No se puede desafiliar después del corte porque le cobran todo el mes, ni antes del corte porque no saben que se va a gastar usted, cuando no es que le dicen que el contrato inicial es por un año y que salirse ocasiona multas o hay que pagarlo así no se consuma o que por petición hecha por teléfono se están adicionando los canales premium que usted jamás vio o que el contrato se renueva automáticamente tres días antes del corte para que usted no quede sin servicio y por tanto es imposible cancelarlo en la fecha actual. Si llega a hacer la fila para la cancelación, cuando llega le dicen que debe ser en la oficina donde usted se inscribió y cuando usted alega que fue por teléfono, le dan el nombre de una oficina en un lugar diametralmente opuesto al que usted está en la que, instantáneamente, quedó inscrito. La oficina principal, normalmente no es su oficina principal. Los asesores son desasesores y siempre hay dos o tres en la línea de mando que dicen "le informaron mal" pero no asumen la culpa o se lavan las manos como Pilatos de que fueron sus mismos desasesores. No le advierten que las cancelaciones como las devoluciones son en horas específicas y que "no pueden ser de otra manera por políticas de la empresa". Cuando usted por fin ─pagando mil multas y meses de consumo de otros, minutos a operadoras porno, gastos de desasociación y comparendos por salirse antes de los 10 años, luego de que le cobren con creces  los tres meses que le habían dado gratis y además intereses por pagos atrasados─ le avisan que está en procrédito por incumplimiento y que si no paga esa deuda la desafiliación no puede ser efectiva y que la debe pagar en determinados bancos y determinadas fechas a determinadas horas porque si no le cobran otro mes. Piense bien mi amigo antes de poner su firma y cédula en un plan de esos o en desviar la atención de cobros extras que no estaban en el plan o de "fue que se pasó y los minutos de su plan son más caros cuando se pasa" o de "su plan ilimitado de 600 minutos, lleva 1500, seguro le clonaron el número" o de sentirse halagado porque le dan tres meses gratis o más datos o por dárselas de pertenecer al jetset y andar con minutos ilimitados y consumir televisión en streaming como un bobito que, hasta donde yo sé, la gente inteligente se da cuenta del engaño, del tiempo perdido en las ideologías ajenas y de lo inútil, estúpido y banal que resulta un ser humano siempre conectado o adicto a la conexión.

PS: Todas estas empresas tienen "defensor del consumidor" y que haya que tenerlo, aunque no sirva para nada, ya habla mal de la compañía, en este caso, de todas.

PS 2: ¿Saben con que me ha pasado a mí? con los malditos mensajes que odio sobre noticias y sobre planes y sobre regalos y sobre publicidad. Dicen que salirse o darse de baja es muy fácil, que basta con enviar una palabra a un determinado número, pero en mis dumbcells no registra el número o dice fuera de ruta o dice "error al enviar el mensaje" o dicen que van a procesar mi solicitud en una semana, o que ingrese a la pagina de la CRC o a la página de ellos, hasta que, ebrio de indignación y de dolor, estrello al idiota contra el suelo y me paso días hermosamente desconectado.

PS 3: Existe una impresición en el primer comentario y no quiero cambiarlo, todos debemos pagar a empresas, segundos y terceros, pero mi evasión es más mental que física. No es raro que haya que pagar electricidad, agua o teléfono, incluso gas, pero yo he preferido, energías alternativas, tanques acumuladores, recargas y pipetas y para mí, estrictamente necesario, el agua, aunque quisiera poderme adaptar a menos y tener menos. Televisión, por cable o en streaming; planes de telefonía o de datos, créditos como el que mi madre llamaba "clubes", préstamos o "pagadiarios" no sólo me causan depresión sino rabia e impotencia.

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