La semana pasada estuve en Medellín, sin redes para disfrutar de alguna buena película o de un video de ciencia y reconocimiento espacial. Claro, yo mismo planteo que la mejor opción cuando no hay algo interesante y científico que ver, es apagar el televisor y abrir un libro. Pues resulta que también quería averiguar qué canales nuevos había y qué programación estándar y qué novedades había en el mundo del espectáculo, la moda y el mal gusto, así que mi opción de ver fue más un experimento. Tranquilos no me pasó nada nuevo. Me sentí un 70% más imbécil porque aquello de qué el que entre la miel anda algo se le pega es verdad con la mierda de la televisión colombiana. El televisor, ese aparato estúpido que evita que pienses, recibió un jurgo de canales: de RCN como tres o cuatro y decían RCN Móvil, Señal de prueba, RCN radio. De la cadena opuesta CARACOL estaba algo como lo mismo: CARACOL radio, CARACOL móvil, Señal de prueba, TELEANTIOQUIA 1 y 2, Canal UNO, Radiónica, RTVC, Señal Institucional y estoy seguro que algunos canales musicales de pésimo gusto. Seamos sinceros, cada canal puede tener los subcanales que quiera y todos van a ser la misma porquería: programas de entretenimiento matutinos y vespertinos con chismes frescos y repeticiones de lo mismo ─ahí es donde aprovechan para traer de nuevo al que salió de una casa de famosos, el del programa de cocina o el cantante que perdió en la última encuesta, es decir, programas más vacíos que la programación misma donde se la ganan pulpito: propaganda para sí mismos y cero contenido─ noticieros desinformativos y novelas, amén de propagandas insulsas, estúpidas y repetitivas que el pueblo colombiano absorbe a pedir de boca. ¿Me interesa cuantos pueden tener? No. Tampoco se ocupen no dicen nada nuevo y me recuerda y renueva la razón por la que abandoné la televisión nacional y extranjera: Dicen unas barbaridades de padre y señor mío: "si un carro se volca" "haiga mucha gente" y se inventan nuevas palabras que no aparecen en los diccionarios o por lo menos que hablan muy bien de la cultura nacional, el dequeísmo gana la mano junto al pleonasmo, aunque el solecismo abunda. No me detuve en ningún canal musical, pero recuerdo haber visto el emblema en un lado que decía "La Kalle" donde aparecía algo así como "los seguidores de Geles" o "los muchachos de Geles", que sí supe que era un cantante de vallenato que murió hace poco. Qué felicidad sentí cuando supe que no reconocía ninguna canción y, mejor, nada de lo que hacían. Seguramente esa música no habla más que de patologías amorosas y amores imposibles, cuando no de historias de amistad de madres en el olvido y de amigos que se las deben, de lo machos que son y de lo que aguantan bebiendo... No era mi intención tomar ese tema, perdónenme la digresión. Los canales institucionales, tremendamente aburridos, pasaban contenido para niños. Alguna clase o un recordatorio de una zona afectada por los cazadores de especies nativas. Quisiera decir menos entretenidos que una patada en las turmas. Por allá había una señora leyendo las cartas y cada que sacaba una y hablaba, la presentadora se llevaba las manos a la boca y decía: "increíble", "por favor". La vidente muy preocupada decía: "Ahí veo una amante y es clarísima. Lo mejor es que piense bien lo que va a hacer, veo un embarazo, por lo menos uno en camino, así que la cosa es en serio" y sacaba una nueva carta para decir una nueva burrada y la presentadora en shock. Me detuve en en el canal regional para ver lo vacío de "Las Tres Gracias". Donde tuve que suponer que ellas son muy graciosas (no lo eran); ¿Se creían pues Aglaya, Eufrosina y Thalía? que de pronto por reflejar la belleza sea así o las tres se llaman María en gracia, Gracia María y Llena de gracia... No es importante: astrólogos, lectores de horóscopos, reliquias que sanan todo, vendedores de humo, charlatanes, mediums y malísimos consejos medicinales como echarse en el ojo irritado aguapanela oreada en ayunas o escribir con tinta azul para adelgazar, incluso vi una noticia que trata de perros capaces de detectar aparatos con contenido ilícito... luego dicen que la educación en colombia es mala y le endilgan el problema a los profesores, cuando en Colombia no existe la educación en casa más que la caja tonta que le llena la cabeza a los jóvenes de puro vacío. Malos programas, mala programación, terrible compendio de alabanzas al dios de los desiertos medio orientales. Ningún presentador dejó de traer a colación el "gracias a dios" y el "si dios quiere". Claro que se podía esperar que hablaran de sus propias producciones, una donde llevan la gente a hacer el ridículo cantando y otra donde, creo yo, hay una casa de famosos y otra donde, he de suponer, se pelean como en las selvas de a deveras. ¿Las noticias que buscaba? Farándula y política no faltaron; la esposa de Luis, la tía de Pedro y la hermana de Juan. El cabildeo, los grandes proyectos y obras en una nación que roba el 80% de cada obra o que cada obra resulta en un sobrecosto del 300%, se entrega con faltantes o de mala calidad, pero aquí sólo se centran en lo bueno que es para las comunidades, en los empleos que genera, en la posibilidad de desplazamiento... La extorsión a comerciantes por parte de una temida banda Venezolana o por lo menos con esa idea, que en Colombia los cobradores de impuestos excepcionales nunca han faltado y los asesinatos regulares, robos en aumento y asaltos desproporcionados que hacen parte del menú amarillento que se necesita para atraer al colombiano promedio. ¿Entienden por qué me sentí más tonto? Obvio, nos quejamos de la educación y no atinamos a entender que el país así quiere su educación: novelas, calamidades, programas de gobierno, oratorias, mentiras disfrazadas de verdad. El cuarto poder ejerce su influencia y no existe una manera de exterminarlo, quienes toman conciencia, optan por la píldora roja y se desconectan, es decir, espichan el botón de apagado.
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