¿Es usted nuevo en este mundo?

Fue haciendo fila para comprar un boleto para el pueblo que me encontré con una familia disfuncional, que en vez de hacer la fila tras de mí, decidieron, anárquicamente, hacerla donde a ellos les pareció cómodo junto a la vidriera que aún no abría, amontonaron sus cajas y bolsas y se hicieron uno tras otro. Era obvio que iban de paso y que no eran buenos en ello. Yo estaba aislado en mi banda sonora, pero no estando ciego me dirigí a ellos y les dije: ¿Ustedes son nuevos en este mundo? ahí no les van a vender el boleto y perderán su tiempo, la fila es ésta, señalando la larga cola que había delante de mí. Del ejercicio me queda un mundo completo ¿Es usted nuevo en este mundo? ¿Sabe cómo funciona? Permítame y le cuento. Si llegó hace poco al mundo del egoísmo y del capital, debo decirle que todo cuesta monedas, billete o favores que también son billete y monedas. Nadie hace nada por nada y todo el que hace algo lo publica en red para ganar más favores y poder ser reconocido como influencer o youtuber. Si quiere contratar algo, siempre le pedirán excesivamente por ello, porque todos piensan que tratan con bobitos o caídos del zarzo y si no pregunta primero por el precio de algo, una carrera por ejemplo, el vendedor puede cobrarle lo que le de la gana. Todos quieren estar de primero o entre los primeros, pero siempre que aparece uno nuevo, es el nuevo perdedor. Los seres humanos piensan en categorías de "por debajo de mí" y "por encima de mí", aceptando que siempre están en la cima por uno u otro modelo y que no es importante lo que el otro tiene si no lo que traen por dentro. Falso, el poder adquisitivo, el dinero y los bienes son adornos maravillosos que atraen poderosamente tanto a hombres como a mujeres. Siempre espere que le pregunten "¿qué has hecho?" o "¿cómo estás?" pero no conteste, en general son hipocresías que a ellos mismos no les importa y que lo que quieren es decir lo que hicieron ellos o cómo están ellos. A todo el mundo le encanta contar sus confidencias y que les pongan atención. Si piensa que el otro le cuenta algo por un motivo diferente a conseguir seguidores, no haga esfuerzos. Todos quieren tener copartidarios para sus propios líderes políticos, económicos o religiosos, por eso le hablan de tal o cual candidato, de tal o cual negocio y de tal o cual dios o santo. Ahora, no se asombre de la hipocresía, que mientras hablan con usted lo analizan para ver qué usa, cómo come, qué pide, qué paga, cómo está vestido y si se puso la misma ropa de ayer. Todos quieren contarle sus "proezas" que no pasan de un paseo, un camping o una rodada, de sus hijos y como son de buenos en lo que hacen o como superan el trauma de tener una madre o un padre como usted mismo. De sus traumas y sus pasiones. ¡Ay! si usted entra en el juego de sus pasiones, ya no parará el incesante parloteo sobre el mismo tema. Deje claros sus gustos y tendencias en cuanto a ellos. A mí me funciona decir que no tengo dioses, aunque ahora resulta mucho ateo de pacotilla seguidor de otros ateos; decir que no me interesa política alguna, aunque llega el sociólogo o historiador que repite incesante que somos seres políticos y que por tanto todos tenemos política; y hablar de nuestra estricta economía de supervivencia basada en sueldo y préstamos, aunque el agio sea el pan nuestro de cada día. No es raro encontrar gente que parece buena, pero no se confíe, la bondad es una máscara que puede resultarle luego muy cara. Afuera hay violadores camuflados en todas las artes y ladrones que sólo esperan su oportunidad, asesinos natos con motivos puros entre la codicia y la venganza, intimidadores profesionales que cobran impuestos e intereses económicos en cada comercial que se emite por televisión o radio. En la calle, aléjese de las multitudes, no confíe en quienes hacen una ronda para vender una antena que coge todos los canales, un ungüento que quita todas las manchas o un palito que hace muy rico y el cuento de la bolita llamado trile es una estafa bien montada. Si pretende ser bueno, recuerde que ser bueno es un canon: dar de beber al sediento, dar de comer al hambriento... decir que todo niño es bonito y que todo muerto fue bueno... pagar las deudas, ir a misa... honrar padre y madre, santificar las fiestas... escuchar al otro y ser tolerante... Yo, definitivamente, no soy bueno y parafraseo algo que leí en red: Mientras más pasan los años, en menos cosas creo, en menos gente confío y menos personas se acercan a mí... eso me hace muy feliz.
Le resumo, si es usted nuevo en este mundo, prepárese para ser zarandeado y exhibido, humillado, tiranizado, violado, torturado y matoneado. Muera en el intento de acomodarse a esta sociedad de consumo o siga las instrucciones de Herman Wouk de alguno de los tres volúmenes de su adorable novela histórica "Vientos de guerra" donde propone este modelo, no tan infalible, pero plausible: Obedezca las órdenes, tenga los papeles en regla, incline la cabeza, eleve el espíritu y disponga de dinero en efectivo para comprar conciencias y exigir piedades. Esa es la sabiduría de la raza sometida.

PS: A mí me funciona mi banda sonora para escapar a muchas cosas. Si hay reacciones, manejo unas poesías de León de Greiff o de Raúl Gómez Jattin y les digo que ando repasando un tema de la historia. Tomar una guitarra e irme a cantar a veces falla por el que se acerca a pedir una canción o a hacer chistes flojos sobre ella, pero funciona cuando dices: "que pena ensayo una puesta en escena" "toco un género que no te va a gustar" o aplico el inigualable método de cantar canciones anticlericales y al punto, funciona. He notado que unas gafas oscuras y una bufanda también te dan algo de privacidad. Yo uso mucho en reuniones tomar un papel y diseñar algo: un nuevo maletín, una correa, una chapa... hacer rayas sin sentido no se acomoda a mí y dibujar me fue negado, si te ven ocupado, te dejan de preguntar o incluir en sus charlas y afectos.

PS 2: He llegado al oprobioso momento de decirle al otro con mi cara de póker que no se desahogue conmigo o que sus inclinaciones mitológicas no las comparto e incluso he detenido a otro pidiéndole que no me cuente chismes que no me interesan: ¿sabías que fulanito se apareó con sutanita? ¿se enteró que menganita es prepago? peranito está en audiencias porque tiene tendencias emosexuales... No gracias, de eso no consumo, le agradecería que no me cuente lo que no es de mi interés.