miércoles, 8 de enero de 2020

Programación neuronal

De todas las cosas que he visto en los últimos días, y saben que mi preocupación por los medios y por lo que presenten no es sino inquina de saber a un pueblo tan malditamente manipulado, es un programa que transfunde Sony entertaiment television y del cual hace tres versiones, una gringa, una mexicana y una colombiana. En estos programas, "emprendedores" de cada país llegan a ofrecer una parte de la tajada para adquirir lo que ellos llaman "un tiburón" o dos, si la angurria los deja. Aparecen cosas mortalmente tontas como nuevas marcas de ropa, un gancho que tapa la cámara del PC para mayor privacidad, una nueva marca de ajos, un paquete de ADN para gatos con el estudio de su abolengo, un conjunto de gimnasio para animales, una nueva comida enlatada, una nueva bebida isotónica, una nueva marca de gaseosa, una mantequilla casera... Los participantes llegan a pedir una cantidad de dinero X por un porcentaje Y de su negocio, normalmente llevan una presentación atractiva y una muestra gratis de su producto. A mí, la verdad no me interesa mucho esas majaderías y la mayor de las veces, las traducciones y los dobladores le cambian bastante la cara a un programa y aunque en el formato gringo aparecen una media docena de pedantes quijotescos cuya única intención es hacer un buen negocio, mis críticas se centran en el programa versión Colombia. Yo he visto "Desafío sobre juego" saben que soy un amante de las armas de corte y de las hazañas de Marcaida, pero en la versión colombiana puedo ver y escuchar el terrible acento latino, la sobrepasada egomanía de sus participantes, la terrible vanidad de los competidores y el insufrible fervor religioso que ostentan, cuando no es que hablan de la familia que tienen y la esposa que les espera y los hijos que les alientan ─como si todo el mundo no tuviera ya unos de esos─ y la tristísima producción latina... Pero los tiburones colombianos, que no sé que tanto lo son, son un desperdicio de frivolidad y miedo, de pedancia y mal gusto ─ustedes entienden que todo lo que sea contrario a mis espectativas, es de mal gusto─ de asquerosa manía capital. Todo en el programa es vacío, se habla de dinero, de lo poco que vale una idea, de lo mucho que sus propietarios la inflan y de lo malo que hicieron con su producto. Les ofrecen miserias, pordebajean sus artículos, les hacen quedar en ridículo, pavonean las bondades de ser tiburón y de tener uno en casa y, a veces, se adhieren como lapas ─debí usar rémoras─ cuando ven la oportunidad de ganar en grande, por lo general, timando una buena cantidad del "negocio" al dueño original de la idea. Nada raro, ese es el formato y de eso se trata, pero, ¿no es una ignominia transmitir eso y que se haga viral y tenga raiting en una pobrecentía como la nuestra? ¿no es muy triste que podamos ver a los autores de nuestros dolores como se llenan de billete y como le rinden pleitesía a la moneda, donde nosotros nos matamos por un mínimo? ¿Cómo nos refriegan en la cara lo que hay que hacer para obtener un millón en ganancias? Comprar barato y vender con opulencia, mandar a hacer en china y cobrar 3 veces el coste al consumidor final, tener contactos, arrasar con los medios, acceder a tiendas, volver polvo al competidor, jugar sucio dentro de lo legal, patentar... un gran homenaje al capital y Wehe pronuncia en su insufrible chedioma "El lenguaje que másh me gusta es el del bichete" y Kanayet es incapaz de opinión propia que parece no tenerla y Torrenegra se siente ofendido por un pez en la pecera y la Barreto se siente asqueada con los concursantes y Leyva no parece contento con nada y hay otro que parece que no le dan su mesada o que está a punto del desmayo por hambre... !qué falta de respeto¡  Esa es la nueva programación neuronal para el promedio latinoamericano: "cualquiera puede ser rico, bástele tener una idea o robársela a otro y adoptar un tiburón". Cocínense tranquilos en los jugos de sus negocios, hagan arder a sus trabajadores explotándolos y reviéntenles las espaldas con el yugo que les imponen, pero no vengan a pavonearse ante el pobre tercer mundo de sus hazañas capitalistas que yo sé muy bien de donde vienen sus ganancias y también sé, que Mafalda me enseñó, que nadie amasa una fortuna sin hacer harina a los demás.

PS: Debo decir que similar a la final de "Una idea para cambiar la historia" donde hay una galleta nutritiva, una incómoda pantalla para motociclistas, un nuevo gancho para lisiados, perdón, personas con capacidades diferentes, un nuevo detector de idiomas para invidentes, perdón, personas con capacidades diferentes y un lector de senos infrarrojo, diría yo, !valientes ideas!

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