Las cosas son útiles en diversos rangos y la tolerancia de las mismas es una ocurrencia que debo soportar y, dado el caso, respetar. Me encuentro con un artesano que me pregunta por el daño sufrido por las neveras que se desconectan y le planteo la falsedad del punto con el gas en un circuito cerrado, con las miles de neveras en los almacenes desconectadas y planteo el riesgo elevado de daño por hongos, animales o mal almacenamiento, desvirtuando lo que una única experiencia hace a una proposición. Su respuesta fue como con los fantasmas: yo vi uno. Hombre, los fantasmas no existen porque... Mi ciencia es completamente inútil frente a la mayoría de los seres humanos, rebota en cerebros impermeables, se hace nula frente al fanatismo ─y eso es mucho decir que, fanáticos, hay por miles de millones─ cae en suelo infértil la mayor de las veces, choca contra creencias en el mejor de los casos y, de pronto, me surge la pregunta: ¿Para qué sirven las cosas? y ¿qué cosas sirven? Y me respondo a mí mismo como "renuncio a la idea de libertar a una patria, me libero a mí mismo" en la canción "Dies Irae". La ciencia no sirve para nada, explicarle a otro como se dilata un cuerpo con la temperatura y como las leyes físicas explican fenómenos observables en la energía promedio de los átomos, o lo que es la energía cinética con respecto a la temperatura, no es mejor que explicar todo eso con el método divino, es más, el método divino supera toda inteligencia y es aceptado como verdad absoluta por millones y millones de seres humanos y ha permeado la sociedad al punto que algunos no dudan en hacer esos pases mágicos ridículos que llaman "persignar" o "echar la bendición" para luego burlarse de los chamanes de otras religiones. No importa que sea la ciencia quien explica el funcionamiento de un motor eléctrico o de combustión interna o externa y la ley de los gases ideales se convierte en un juego de "dios hizo todas las cosas" y "se mueve por obra y gracia" y "porque dios quiere"; no importa que sin la ciencia no tuviésemos rayos X, transmisión sin hilos ─lo que implica hoy toda la telefonía móvil celular─ lenguaje binario, electrodomésticos, gasodomésticos, satélites artificiales, misiles nucleares, plantas eléctricas, redes de conducción... la era del bronce y del hierro fueron revolucionarias, pero nunca a esta escala. Es más útil la religión que ha comprobado ser un calmante y un inhibidor del estrés, un aglomerante social y un pilar de las comunidades, muy a pesar de que sea culpable de miles de crímenes, pederastia, robo, fraude, dolo... y de eliminación sistemática de otras culturas y otras religiones, pongo un sólo ejemplo: el bravo indio que menciona Alonso de Ercilla de recién empezada la conquista en "La Araucaria" contra el indio de Jorge Icaza ya domeñado, débil y corrompido por la religión en "Huasipungo" del siglo XX, pero para saber de todos los ejemplos que hay, hay que leer al viejo Vallejo y su "La puta de Babilonia" donde muestra no sólo su maestría en ofender, sino su impecable búsqueda de la otra historia ─confieso que es la inspiración a mis lecciones de historia─ y todo el desmaneísmo eclesial. Es útil pues lo que dé dinero y la ciencia lo produce por billones, si una línea investigativa es productiva se estudia y se experimenta como pide el método científico, si no tiene futuro económico, no aparecerán mecenas apoyando tal esperpento de investigación y, por tanto, se abandona un camino que no nos conduciría ni al Nobel, ni al pináculo de la economía, pero la matemática y la ciencia que haya detrás, según la sabia sociedad, es para científicos y locos. La religión produce tetrallones, no sólo al ser un brazo ideológico donde se exhorta a la pobreza, al dolor y al sufrimiento que luego tendrán premio, con lo que se sanciona la protesta popular en pro de un cielo postmortem, sino que es una compiladora de dineros por diezmo que no está sometido a impuestos y que posee terrenos como para saciar la necesidad de vivienda de unos cuantos millones de seres humanos. Saber como es el ciclo del agua no tiene nada de emocionante contra un paraíso que me espera por mi sumisión; Determinar una escala de temperatura con la congelación y evaporación de una sustancia no tiene parangón con sentirse inundado de la gracia divina y con cantar extasiado los salmos bíblicos; ser capaz de compilar un programa en lenguaje máquina no es nada frente al arrebato místico de haber sido hechos "a imagen y semejanza" de un dios; ¿De qué me sirve conocer el "Chemical abstracts" y tener una copia del "Formoso" y conocer sus procedimientos, si mi alma está perdida en el limbo por despotricar contra lo divino?... Pelea de gallos contra cuchillos afilados y corrientes eléctricas. Me declaro un partidario de la ciencia para evitar confusiones y demostrar que no existe lo divino, pero luchar contra el atavismo que les grita desde el pasado a estos esclavos es imposible y, es obvio, que declararse partidario de la religión es más cómodo, más de rebaño, más de ser aceptado por la sociedad misma. Un político ateo no tiene opciones, un cura ateo es imposible y un profesor ateo es plausible mientras no meta sus narices en lo poco laicos asuntos estudiantiles. Un profesor católico es un enviado de dios y un político ateo no irá contra los mandamientos y principios instaurados en la ley de dios. Sigue siendo más útil la ciencia, de eso a mí nadie me cambia de idea, lo que si no es, es ser funcional en estas sociedades de bárbaros, donde pacen y hacen de recua y de piara y aún así, no doy un paso atrás, peleo contra las consignas divinas, aunque mi voz, como la de otros pocos, sea un simple grito en el desierto.
PS: Yo reclamo mi derecho a ser semejante a dios, a ser adorado como él y a tener omnipotencia y omnisapiencia... ¿cuál imagen y semejanza? ¿cual omnisapiencia y omnipudiencia...? patrañas que no tienen bases.
PS 2: Se plantea que la juventud es un campo feraz, no lo dudo, pero tan llenos de la impronta materna y paterna, sólo son caldo de cultivo de más creencias y religiones alejadas de la ciencia.
PS 3: La pregunta es si pueden conciliarse la teología y la ciencia y existe quien conociendo el modelo estándar de la física, cree en una partícula divina no probada. Para mí, y no sé de quien son estas bellezas, es muy simple: "dios o la ciencia" "dios y la ciencia se excluyen" y "la religión no explica nada".
PS 3: La pregunta es si pueden conciliarse la teología y la ciencia y existe quien conociendo el modelo estándar de la física, cree en una partícula divina no probada. Para mí, y no sé de quien son estas bellezas, es muy simple: "dios o la ciencia" "dios y la ciencia se excluyen" y "la religión no explica nada".
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