En serio no sabría la actitud que debo tomar luego de leer el texto de Markus Orths "La sala de profesores", si sentarme a llorar o reírme a mandíbula batiente. Allí no hay una burla ni una caricatura, sino un retrato, qué digo un retrato, una fotografía nítida de 40 megapíxeles que puede ampliarse para ver la educación colombiana, alemana y sumeria. Una especie de régimen de terror dirigido por la rectoría, la dirección, la religión y el estado: "los hombres de blanco". Donde el pilar son las mentiras y el control total de cada espacio y situación. En nuestro caso no puede ser más patético que parecernos a los gringos en eso de dar nombres claves a cada formato el SIEPE, el SINCO, el PTA, el ISCE, los DBA, el PEI... y parecer cada vez más una agencia de agentes secretos que vela por la enseñanza única que plantea el estado y ordena a su manera, dando tabula rasa, orden estatal de lo que debe saber, cómo lo debe saber y quién lo debe saber, en vez de ser fuente de inspiración y sede del saber general, abierto y libre. "Mandó decir" o "es orden de rectoría" son las frases típicas de los profesores sometidos y caducos que enseñan cansados y hartos de los educandos y sólo esperan el fin de mes y las vacaciones pródigas que suministra la ley. El profesor que lo sabe todo en su área y en la de los demás y que prohíbe las preguntas que no se puedan responder por ser monstruosas e insultantes, igualito a lo que me pasó en las reuniones de SDI en las que está prohibido hacer una pregunta que no se pueda responder. Yo me pregunto ¿por qué? y alguien me da la razón más simple del mundo: "así está estipulado por la ley". Otro más allá dice que no debe preguntarse "cómo" sino "hasta qué punto" o "bajo que condiciones" y responder muy bien la receta de "quién" y "cuándo" o en caso contrario someterse al escarnio público en un arrebato de espurismo nacional. En cada claustro hay un libro gordo de Petete que todo lo sabe, todo lo mide y todo lo juzga. La educación se juzga laica y así se presenta, pero ay de aquel que no esté unido a la "missio" cuando el prelado pase a revisar su clase presencial y descubra que los niños no saben el "santísimo" ni el "padrenuestro" ni el "yocreo"... a juicio será enviado y es probable que desterrado a una comunidad anarquista donde no lo necesiten. No es por más que también tengamos el poder de la editorial con beneficios como lo demostró la señora Klüting, inglés, alemán, pero los beneficios los recibe el estado y elige las cartillas, los libros guía y el libro del profesor por decreto y los envía a las sedes, con lo que la única ganancia neta del profesor que elegía los libros queda descartada, cumpliendo así otra ley inexorable: "donde haya dinero de por medio, sólo manda el estado". En nuestras aulas se reconoce más al profesor o por lo menos el nombre, pero allí quedaría de manifiesto un inconsciente: F, religión, español, informática, ética, deporte; J, matemáticas, historia, naturales, biología, estadística, tecnología, geometría; A, física, química, artística... La meritocracia ha dado algunos pasos en la contratación, pero no es de dudar que pueda juzgarse a un docente por el sitio donde vive o por no haber escogido un tipo de educación en particular o por desconocer la media de los alumnos, por fumar o por consumir drogas recreativas o alcohol certificado por el estado. Y, era lo que faltaba, cuando envía a "pares" para corroborar, dirigir y reencausar los procedimientos académicos, representado en un PTA invasivo o en un Marina Orth petulante. Los profesores más geniales aceptan la intromisión y se dedican a descansar y a sacar fotocopias innecesarias, mientras el recién llegado realiza las tareas que no le corresponden y volvemos al inicio del libro... La mentira es el primer pilar y las órdenes y decretos de Höllinger no paran de llegar: reunión extraordinaria en la que no pasa nada nuevo y se salta el orden jerárquico ─decidido por él mismo─ del orden del día: inicia con oración para que no seas expulsado de la missio; claustro general de profesores para decidir sobre un tema pegajosos en el que la única manera de terminar es votar por la terminación de tal esperpento en el que se sale airoso, sin haber resuelto nada y después del supremo arte que todos debemos aprender que consiste en hablar por montones sin decir absolutamente nada; reunión del comité de convivencia escolar para decretar tiempos de paro para algunos alumnos que rompieron las reglas sagradas de amar al colegio y a sus profesores, con el mismo arte del bisbisiadero o blablasero para darle un nombre castizo; consejo de profesores, mismo orden del día, diferente nombre; permiso guiado para ver pasar a los ciclistas del tour 120 y en el que deben gritar "hurras" y "aleluyas" y exhibir banderas del país, la región y el colegio por supuesto; CPE para informar lo que ya todos saben y a destiempo: quién ganó y quién perdió y donde unos padres citados para ser garantes sólo oyen y bostezan el blablasero directivo ─y profesoral, que hay unos que parece que se están entrenando para lanzarse a la alcaldía─ y unos jóvenes representantes de grupo van a sacarse los mocos y a mantener un solemne silencio, aunque les pregunten, pues su capacidad de expresarse en público aún no ha sido explotada y se persignan y agradecen cuando alguien por fin dice "damos por terminado". En cuanto a los espías ─Más que espías otacustas─ y funcionarios de la FSS que secuestren llaves por prebendas o por ser sacados de "la lista" no faltan y cada miembro docente hace su parte para acusar a los demás profesores con la rectora o coordinadora y lo más triste es que no hay que pagarles, cada uno se suelta de la lengua porque aquel profesor me miró feo, me habló duro, me trató machísticamente, me lo pidió, no me saluda o simplemente llegó tarde e intimida a los niños. Soy un ferviente creyente de que aquella lista que guarda el director en su escritorio sobre ciertos revoltosos existe en cada emulo de plantel, ellos saben qué profesores comandan los paros, cuales asisten a reuniones o cuales son intratables y cuales pueden manipular con una sonrisa y a quienes subírseles a la espalda a jorobarlos. De todas maneras no olvidemos el pilar más importante y el único: la mentira. Nunca me he enamorado de mis alumnas; hoy no iré a trabajar porque tengo resfriado; llegué tarde porque había un trancón, porque el camino estaba muy malo, porque hubo un accidente; la educación es la base de la ciencia; la matemática es necesaria a todo descubrimiento científico; hacer atrapasueños es una alternativa a la manutención futura; tranquilo profesor yo conozco sus capacidades y sus virtudes; todos los profesores son muy queridos y amables...
PS: Con decir que los últimos dos ucases aún no los puedo digerir: "la orden es tocar timbre cada hora" aunque nosotros lo hacemos cada dos para evitar el desparramamiento de chicos, el efecto pavlov de la salivación por el descanso cerca y la tensión que produce el grito del amigo eléctrico y "actos cívicos de una hora estándar y que nadie lea" ¿habráse visto tales absurdos?
PS 2: Por ahí dicen que donde manda capitán no manda marinero, pero eso es más mentiras... nunca sabrá el capitán lo que planea el marinero, o mejor, si lo sabe: asonada.
PS 3: Tal vez lo más impresionante que aprendí, es que todos, en algún momento, usamos el currículo oculto y la "didáctica del umbral" excepto cuando grabamos esa patraña de video ECDF.
PS 4: En mi tiempo de enseñanza no he podido asistir a una reunión extraordinaria relámpago... siempre aflora el bello arte de hablar sin decir nada y la reunión relámpago se vuelve tormenta macondiana.
PS 5: El tema de las llaves me impactó bastante y así ocurre, pero no tanto como el de las fotocopias, su control, el control de la biblioteca y la necesidad de tener experiencia para dar por iniciado el año escolar y, ¿que tal el hijo de la profesora o el recomendado de un docente? Ese Markus es un vidente prodigioso o trabajó como profesor.
PS 4: En mi tiempo de enseñanza no he podido asistir a una reunión extraordinaria relámpago... siempre aflora el bello arte de hablar sin decir nada y la reunión relámpago se vuelve tormenta macondiana.
PS 5: El tema de las llaves me impactó bastante y así ocurre, pero no tanto como el de las fotocopias, su control, el control de la biblioteca y la necesidad de tener experiencia para dar por iniciado el año escolar y, ¿que tal el hijo de la profesora o el recomendado de un docente? Ese Markus es un vidente prodigioso o trabajó como profesor.
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