lunes, 6 de julio de 2020

Dos vacas

Dos o tres veces he tratado de explicar con términos simples lo que es la democracia o el comunismo y no falta un marisabidillas que viene a dar cátedra sobre una forma de gobierno o a decir que mis planteamientos son demasiado simples. Si alguien quiere profundizar, le bastará entonces remitirse a los expertos en política y en formas de gobierno, aunque yo me basto con la política de Aristóteles y las definiciones de Platón y, al caso que debiera profundizar más, me amangualaría de un "Príncipe" un "Jinete de Bucentauro" un "Históricas y políticas", una "República", una "Idea general de la revolución", un "Manifiesto comunista" y una "Rebelión en la granja". Lo que existe hoy no es, de ninguna manera, democracia, monarquía, república, tiranía u oligarquía y en forma simple la respuesta del diccionario o el conocimiento de las raíces latinas y griegas que corresponden, te pueden sacar de apuros, pero no hay suficiencia, ni justificación; con ella, podrás aparentar que sabes de qué hablas, pero son anacrónicas y falsas: demos pueblo y cratos poder: sistema de gobierno donde manda el pueblo. Oligo pocos, arqueos viejo; sistema de gobierno de unos cuantos viejos. Res cosa y público pueblo; sistema de gobierno donde el pueblo se manifiesta soberano. Habrá de verse que las bases de esas formas de gobierno, están puestas desde la antigüedad misma y las formas actuales son todas remedos y falsedades y más fácil son todas tiranías. ¿Qué es la democracia sino la tiranía de la mayoría? o ¿Qué es el comunismo  sino una monarquía disfrazada? Explicar pues con "dos vacas" todo lo más posible, puede ser una terrible idea, pero resulta, además de gracioso, educativo: "Si te gusta el comunismo y tienes dos vacas, le regalas una a tu vecino para quedar bien"... "si te gusta el anarquismo y tienes dos vacas no las tocas para no herir su libertad"... Yo no he vivido bajo una monarquía y por ello sólo puedo completar que es aquella donde el jefe máximo es un rey, impuesto por voluntad divina y confirmado por realistas urgidos de arrodillarse y ser sumisos. No he vivido bajo un comunismo y por ello sólo puedo completar que es una forma de gobierno donde todo es de todos y a cada cual le corresponde el mismo pedazo, aunque los comunismos que vemos hoy en China, Corea del norte y Cuba, tienen un líder supremo que reparte y parte y se queda con la mayoría. No he vivido bajo un gobierno ácrata y por tanto sólo puedo decir que es aquel formato de gobierno donde el poder no existe y, aunque exista, no se detenta en estados, amos o religiones y los ejemplos reales tampoco existen. He vivido bajo una república y bajo una democracia, que en apariencia son lo mismo y lo que pueden ver mis ojos dan ganas de llorar: un pueblo que vota por intereses ajenos al pueblo mismo y una clase política que parece descender por vía real pues siempre son los mismos; una democracia comprada con votos y mentiras y un pueblo que parece realista por sus consignas e ideas de perfección basadas en un color o en propuestas que no se cumplen. La república manifiesta no aparece más que en el nombre y en la constitución, pero parece que la "Res" pertenece a unos cuantos no más, en donde la tierra y el derecho son de uso exclusivo de unos pocos y donde se hace patente y sin miserias, la oligarquía. La tiranía está implícita porque aquellos que tienen el poder toman las decisiones más arbitrarias, que casi siempre van en contra de esa gran masa que es el pueblo votante sin voz ni voto, aunque en la práctica, el sufragio está ahí para decidir. Aparece una plutocracia en esta democracia porque, aunque pongan como ejemplo a Marco Fidel, los pobres no tienen oportunidad de mandar jamás y quienes se avienen con el poder siempre son aquellos que poseen el dinero o quienes reciben el apoyo de quienes lo poseen, donde se incluyen las grandes familias dueñas del país, de emporios multinacionales y claro, los narcotraficantes y terroristas del contrato. En este país, a pesar de haber borrado la mácula del  sagrado corazón de Jesús en su constitución, se vive una teocracia, ya que desde el púlpito se dictan medidas y se polarizan la decisiones y, mágicamente no se vota por políticos ateos o ácratas, pero puede votarse por un hipócrita que se cobije en un dios y en un partido. "La santísima trinidad", "la virgen del Carmen", "el señor caído" y "el divino niño Jesús" siguen comandando esta horda infecciosa llamada política, aunque a ellos sólo les importe la elección y la demagogia y no exista ese elemento moral en ellos más que para captar votación. Por último, aunque ya tratado, la demagogia es el modelo. Todo sistema promete y el nuestro es campeón en ello, lo que la masa quiere que le prometan para luego darle una puñalada al llegar al poder y es la otra mano divina que empuja en las urnas: prometen puentes donde no hay ríos, justicia para todos, trabajo para todos, igualdad, vivienda de interés social, altos salarios, bajos impuestos... Si, soy un idiota por querer enseñar religiones y formas de gobierno con dos vacas, ingenuo y bobo, pero hacer que el otro lea siquiera unas páginas de esto, me sienta de maravilla, diga o no diga la verdad.

PS: La mayor parte de esa letra fue un correo que se popularizó y que musicalicé sin más. No puedo dar el nombre del autor, como es imposible dar la autoría hoy a un meme surgido de la masificación de las redes. Mea culpa, sólo trataba de completar el sarcasmo.

PS 2: Ese dios y ese partido deben ser el de la mayoría. Acá no ganará un pensador zen o un desalmado seguidor de Alá, un fanático shintoísta o un monje hindú y mucho menos, un disidente de los partidos tradicionales.

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