Bien poco me piden un artículo por encargo. Yo digo las cosas porque no veo quien se proyecte contra ellas o a favor de ellas, en el caso que nadie las quiera. El solo camino del Salmón es un incentivo. Caminar por donde otros apenas intuyen o simplemente caminar, pero siempre en contravía de la más elocuente "opinión pública". Pero, la "opinión pública" tiene ventaja con las "monjitas" seguidoras de una "biblia" aprendida que repiten como loras mojadas lo que venía en la biblia aquella: "Y Jesús dijo: "levántate y camina" y Lázaro se levantó y "andó"". "Y caminó sobre las aguas..." "Y convirtió el agua en vino." Ninguna de esas proezas está constatada, son mitos, mentiras, ideas preconcebidas, fanatismos llevados al extremo, palabras sin argumentos. Si los testimonios de las personas tuvieran validez científica, nos bastaría un par de culebreros para sanar al mundo entero y con sólo "una pastilla de aspirina al día evitaríamos morir de un infarto" y con publicar una página en "Go daddy" podríamos casarnos con una beldad sin nombre. "Creer" es fácil y entregar nuestro albedrío y capacidad de raciocinio sin usar, es más que divertido, porque dejamos que el otro piense por nosotros y sólo repetimos cómo borregos lo que el líder innato de la cofradía en turno nos dice y nos explica. Los mercados se anuncian como probados por "prestigiosas universidades" que no aparecen con nombre o que son el hazmerreír de las universidades. Se anuncian en "afamadas" revistas que no tienen nada de científico y que viven de la limosna del infomercial y de la propaganda pagada sin nada de seriedad. Ya saben a qué me refiero. Las compañías con esquemas ponzi que buscan embaucar al neófito y al ducho, porque he visto miles de viejos canturreando la promoción maravillosa y los grandes poderes de "La piedra Gamuza" o de la "usnea humana" y de talismanes de épocas distantes que en la edad de piedra portaban los "chamanes" cuyo raciocinio era capaz de hacer coincidir una buena caza, una pesca buena y un día soleado con los poderes de una piedra o de la medallita de un santo como hacen en la actualidad. No existen las panaceas, ni la fuente de la eterna juventud, ni un medicamento que cura todo o satisface los deseos de quienes lo consumen. No hay una "piedra filosofal" ni siquiera un cuento filosófico perfecto, existen cosas, objetos a los que se les atribuye poderes, chamanes y paparruchas que embaucan al pobre lego. Si en el camino alguien realmente gana, es el que genera el esquema, aunque lluevan migajas a uno que otro sacerdote de la franquicia y si te da para vivir, sabiendo que engañas a un montón de gente con las mentiras de un embaucador, porque ese embaucador te convenció de hacerlo, aunque lo hagas de buena fe, es un engaño. ¿puedes vivir con eso? Muy bien. Entonces todo está dicho. Lo que no puedes es venir a contarme a mí que tus menjunjes funcionan porque lo dice un hombre, ni siquiera porque ese hombre ha ganado premios que lo confirman como un buen gurú o porque tus clientes están satisfechos de consumir tales ungüentos o de adorar tales fetiches. No tengo anillos de la suerte o me arropo con un escapulario de la santísima virgen y menos me dejo arrastrar por creencias, la mayoría absurdas, porque las dijo X o Y científico de renombre o de títulos. Si veo un ataúd levitar del suelo no me arrodillo ante la magia, busco afanoso una explicación para ello y encuentro la fuerza que lo mantiene en vilo, pero no me explico con ectoplasmas o fantasmas o duendes, busco la explicación en la física pura y en la química básica, nunca en seres hetéreos o pamplinas quijotescas. No hay corceles Alígeros, ni bálsamos de Fierabrás, ni casco de oro de Mambrino. La lanza de Longino, El manto sagrado y la sangre de San Genaro que se licúa no son más que supersticiones poderosas que se usan para mantener en letargo el ya aletargado cerebro de un creyente. Expuesto pues mi argumento, sencillo, con las tantas estupideces que suma el ser humano, desde la ciencia y desde la cienciología y desde la religión, me cuido de no estar alabando lo que no debo y menos de embaucar o de contarle a otro lo que desconozco. La página de la Nasa, Nature, Science, también pueden decir mentiras y lo han hecho, pero me fío más de ellas y de mi instinto para proclamar y si lo dicen a pies juntillos, tampoco lo proclamo, investigó y pongo en tela de juicio un medicamento o una afirmación, antes de gritar a cuatro vientos que algo sucede, cómo hacen los periódicos amarillistas en todos los países del mundo. Concluyo pues, que, quien pretenda tener un medicamento maravilloso, aunque esté basado en la ciencia y en investigaciones, no logra pasar mis cortafuegos resistentes a la idiotez y al descaro de una proclama tan vaga y sin fundamentos.
PS: Fe de ratas: No es menjuje, es menjunje. Perdón a la RAE y a cualquiera que haya ofendido con tamaña falta. En "fe de ratas" no me equivoqué, es a propósito.
PS: Fe de ratas: No es menjuje, es menjunje. Perdón a la RAE y a cualquiera que haya ofendido con tamaña falta. En "fe de ratas" no me equivoqué, es a propósito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario