Yo creo que mi única emoción es contar con placer y derribar con amor toda creencia de los fieles y toda certeza humana y a ello me dedico con esmero. Aún hay hoy personas que no creen que el mundo se está calentando, aunque las voces vienen desde principios del siglo XX advirtiendo sobre las consecuencias de la quema de combustibles fósiles y del aumento de los gases de invernadero. De la desaparición de la selva para terrenos de ganadería y cultivo, hasta los mismos gases provocados por la ganadería; La sola historia cercana puede mostrar como grandes extensiones de bosques han desaparecido para ceder el puesto a caseríos y como no a la "civilización" y a la desaparición de fuentes de agua y al engrosamiento de la capa de basura. Los astrónomos advirtieron que nuestros dos vecinos próximos no sólo sufren su cercanía al astro rey y su lejanía, sino que en su atmósfera de dióxido carbónico subyacía un peligro terrible: "el efecto invernadero". Aún no se capta la desaparición de glaciares y su derretimiento en el mar como un aumento del nivel del mismo que conlleva, un acercamiento de las playas y una inundación de las ciudades costeras -un tercio de la población humana vive cerca del mar- con la consecuente disminución de la salinidad del mar y la detención de la cadena transportadora de calor, con el consecuente enfriamiento del norte de Europa y de América y del sur de áfrica y el sur de américa. El desplazamiento de población constituirá una terrible enfermedad que ya hemos vivido y la xenofobia se apoderará de los dueños del suelo seco. Una mirada tranquila nos recordará como en Medellín hace unos años se podía vivir en un clima fresco de 20 a 22 grados, pero que hoy, 40 años después, parece una ciudad costera con temperaturas de 32 y 34 grados. Quienes podemos ver las estrellas nos extraña un niño que jamás las ha visto por la polución. Las empresas y los países proclaman protocolos para la disminución de contaminación, no para la extinción de la misma y países -no quiero mencionar personas- se retiran de tales tratados porque viven en Pittsburgh y porque simplemente es más fácil hacer el daño y "demalas" con los que no puedan hacer el daño. La división internacional de la ecología consiste en que unos producen los desperdicios y otros se encargan de reciclarlos parafraseando a Galeano. Si, unos ensucian y otros creen limpiar. Algunos tienen además el poder de la esperanza y la fe de que serán salvos ellos y sus descendientes y hasta vemos en un país tan nimio como Colombia -ya les hice la cuenta de los porcentajes de contaminación por países- promueve hipocritamente la siembra de arboles, mientras sus departamentos llaneros rompen marcas de deforestación. Detienen una moto y dejan pasar una volqueta -también expliqué la diferencia de magnitudes de contaminación- y crean multas y alardean de ciudad más limpia o como dijera Forbes de ciudad más "cool". Todos esos temas ya los he tratado y los he desmembrado si así quieren. Supuse también lo poco que se sentirían halagados o el caso que me harían y por eso publiqué "La revolución de la cuchara" y también expresé lo poco que tal cosa me importa. Toda esta larga introducción es sólo para cerrar el duelo y citar a un político colombiano: "La contaminación es mala para el planeta". Que pena señor ministro, al planeta no le podemos hacer nada para dañarlo, al que le hace daño que el planeta sea diferente es a la raza humana y a una que otra especie; ¿tendré que enseñarle de seis superextinciones de las cuales la vida se ha recuperado? al planeta le importa un pepino si tiene o no atmósfera o si su atmósfera es respirable y buena para la salud de sus cohabientes. ¿Creerá usted que Venus se siente triste por que no alberga vida? o ¿Que la felicidad de Júpiter no es exhibir ese gran huracán como señal de guerra y le faltan humanos para halagarla? Discúlpeme pero la tierra sin humanos, con una atmósfera más densa, en completa erupción o completamente cubierta de roca fundida o de hielo, sigue siendo la tierra y a ella no debe importarle que la contaminemos o la descongelemos o la calentemos. La tierra tratada como ser vivo, no es más que teoría especulativa y aún siendo un ser vivo, dudo que se interese demasiado por los cambios ocasionados por las hormigas que la pululan. ¿Marte también no está vivo aunque sea un desierto rojo? o ¿Plutón en su infierno helado está menos vivo que un sasquatch?
PS: Sé de las teoría de Dwarf planets que involucra a Plutón, pero que me importan a mí que sus definiciones dejen sin estatus o lo engrandezcan. A Plutón tampoco le importa como unos seres insignificantes a más de 200 UA de su superficie le llamen.
PS 2: Dice mi querida princesa galáctica que en vez de andarse preocupando por que planeta van a dejarle a sus hijos, dejen de dejar hijos que no dejen planeta. Un buen legado para el universo es no dejar más copias de uno mismo.
PS 3: Mi hijo David leyó entre comillas y puso la frase de un grupo que desconozco pero debo compartir, aunque dudo que la tierra este enferma: "Al hombre le da cáncer y a la tierra le dan humanos" fíjense en el poder narrativo y concluyan, pero aclaro que, según lo que acabo de disertar, el hombre no es una enfermedad, la tierra no se disiente sino para él mismo.
PS: Sé de las teoría de Dwarf planets que involucra a Plutón, pero que me importan a mí que sus definiciones dejen sin estatus o lo engrandezcan. A Plutón tampoco le importa como unos seres insignificantes a más de 200 UA de su superficie le llamen.
PS 2: Dice mi querida princesa galáctica que en vez de andarse preocupando por que planeta van a dejarle a sus hijos, dejen de dejar hijos que no dejen planeta. Un buen legado para el universo es no dejar más copias de uno mismo.
PS 3: Mi hijo David leyó entre comillas y puso la frase de un grupo que desconozco pero debo compartir, aunque dudo que la tierra este enferma: "Al hombre le da cáncer y a la tierra le dan humanos" fíjense en el poder narrativo y concluyan, pero aclaro que, según lo que acabo de disertar, el hombre no es una enfermedad, la tierra no se disiente sino para él mismo.
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