sábado, 1 de diciembre de 2018

Homus politikos

Se me acusa de ser político o de tener una política y quien sabe cuanto animal por ahí se traga el tubo de que no es necesario profesar una política para tenerla o que no podemos escapar de ser seres políticos y que por tanto siempre tenemos una. ¿Es verdad que yo tengo una política? ¿yo soy político? quédense para ver a donde me lleva esta disertación política. Lo primero como siempre y nos dijera Marco Tulio es definir, así que vamos a la definición, griega por supuesto, en lo que a políticos se refiere: política quiere decir "de los ciudadanos" o  "del estado". Dice además en la wiki: "proceso de tomar decisiones que se aplican a todos los miembros de un grupo" y bajo este concepto no parece quedar de donde asirnos, una mísera tabla de salvación que nos permita salir corriendo de pertenecer a esa logia insana que es la política. Las cosas evolucionan y los conceptos de política también y aún estamos en esos procesos de definición, pero, permítanme a mí entrar en más conceptos y traer la política de Aristóteles para hablar más de polis o de lo referente a la ciudad y ahí ya no soy político, porque vivo en el campo y de allí, de ese bello libro que índica como debe gobernarse y como deberían ser los políticos hasta podría aceptar que yo sea un ser político y es que, mal que bien, tomo decisiones y las aplico en mi hogar; para la vereda o el barrio no valen mis decisiones un comino untado de fecas de perro. Pueden imaginar lo que valen para la ciudad o el país entero y seguro estoy de que si en mis manos estuviera, tendría la gentileza de pasar a todos los candidatos por la fórmula maximiliana. Jamás ninguno me ha servido o le ha servido a los intereses del pueblo y, bueno o malo, me parece que se guardan mejor por separado. Pero con las definiciones actuales un político es un oportunista que esgrimiendo unas ideas, no se sabe de donde las han arrancado pero parecen muy a propósito de las facciones del sacro imperio romano germánico: los güelfos y los gibelinos; o los moderados y los jacobinos de la revolución francesa, los realistas y los republicanos, se asignan la capacidad y la megalomanía de "decidir" por el rebaño. Cada ley, cada decreto, cada sofisma e impuesto es una manera en la que el político asocia su necesidad desbocada de robo fingiendo dirigir y pautar para la masa que lo eligió. Yo no participo en la política, me siento alejado de ese cardumen para elegir y ser elegido. La grey no es mi rebaño, no pertenezco a una asociación, o partido político, no me identifico con ningún grupo de creencias o ideales y a mi parecer liberales, conservadores, del centro, de izquierda, de derecha, republicanos o demócratas son la misma payasada. Para la actualidad ser político es profesar un credo y elegir a los que profesan ese credo. Yo no voto, no ensucio mis pensamientos con la túnica de color de un partido y no profeso ni defiendo las ideas de ninguno. Podrá decirse que esa es mi política, pero al igual que con la religión, no profeso una, aunque se me quiera encasillar en el ateísmo. No se trata de elegir libremente una religión, se trata de extirparlas a todas. ¿Que debo tener una política en el hogar? ¿que debo dar la directriz de mis ocupaciones? sí. Pero no involucro a la masa ni he decidido exponer mi sistema a un grupo que quiera seguirlos y me elija como su representante. Crear un grupo es dejar la individualidad. La individualidad no tiene una política, se aleja de ella. La soledad no tiene seguidores. La derrota no tiene partidarios tiene detractores. Volvamos ¿Existe el ser apolítico? digan que no puede existir tal palabra, pero existe y digan que nadie se calibra en ella pero existe una mínima parte de la sociedad cuyos intereses van por el camino opuesto al del rebaño. No me interesa el poder, no me llama la atención mandar ni que me obedezcan, no me nace imponer normas o tributos, no me interesan los prosélitos. No busco editores o mecenas, no me acojo a la sombra de los poderosos, por el contrario les desprecio con toda mi alma y me repugnan sus acciones. ¿Ha habido hombres apolíticos? Sí. Lo creo firmemente. Todo en esta sociedad humana se ha vuelto una mescolanza y es por eso que los seres apolíticos no aparecen en la historia, lograron el firme acto humano de desaparecer, de morir sin dejar rastro, nada más noble y apolítico, aunque el testarudo repita: "entonces esa fue su política", Entonces esa es mi política, no me pidan que se las revele, no me sigan, no me abracen, no se cobijen con mis ideas, no me veneren en una tumba o en las páginas corroídas de la historia. Vargas Vila y Nietzsche escribían para la posteridad, yo no aspiro ni a eso y me es insignificante que después de muerto una horda de palurdos digan profesarme. ¿que me importa a mi el futuro en cuanto a deseos o gustos de la masa?

PS: Que me disculpen esos dos genios con los que me comparo, sé que han muerto como los dioses que mataron y por lo mismo que vivieron: su desprecio a lo que no es individual.

PS 2: ¿Se puede o no ser apolítico? ¿puede vivirse sin dioses? Ateo es una palabra que significa sin dios, pero ¿quién puso esos escollos en mi camino?

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